Radón
¿Qué es?
El Radón (Rn-222) es un gas noble radiactivo, incoloro e inodoro, el más pesado de los gases nobles, que se origina en la desintegración radiactiva de otros gases.
La fuente principal natural de radón es el granito, que está formado principalmente por cuarzo, feldespato y mica, pero también contiene uranio 238, un elemento presente en pequeñas cantidades en muchos tipos de rocas, suelos y materiales.
El radón emana fácilmente del suelo y pasa al aire, donde se desintegra en sus descendientes, también radiactivos. Al respirar e inhalar dichos descendientes, estos se depositan en las células que recubren las vías respiratorias, donde pueden dañar el ADN y provocar cáncer de pulmón.
El valor de referencia del radón es de 300 Bq/m3. Nivel de referencia máximo según Directiva Europea 2013/59/EURATOM. (El Bq/m3 es la unidad de medida para la concentración de radiactividad, actividad de gas radón expresada como desintegraciones por unidad de tiempo en un determinado volumen de aire).
Dicha directiva también contempla la consideración de la exposición a radón en los centros de trabajo, estableciendo la necesidad de identificar el riesgo y plantear medidas preventivas. Las principales novedades de esta directiva son, por una parte, que los Estados miembros deben establecer un Plan Nacional de Radón. Por otra, respecto a valores límite, la Directiva establece que no se pueden superar los 300 Bq/m3.
¿Dónde podemos encontrarlo?
Daños para la salud
El radón genera partículas que producen ionizaciones, es decir, se trata de una contaminación radiactiva, y sus posibles efectos sobre la salud están relacionados con los de las radiaciones ionizantes. Con la particularidad de que su entrada se produce a través del aire, es decir, por inhalación.
Los átomos del radón son inhalados con facilidad al respirar, pues las partículas son muy pequeñas y sus descendientes quedan adheridos a las paredes del sistema respiratorio. De manera que las partículas radiactivas que emiten los sucesivos descendientes del radón depositan toda su energía en el tejido pulmonar, pudiendo desarrollar con el tiempo cáncer de pulmón.
Algunos datos
- Según la Organización Mundial de la Salud, la exposición a Radón constituye la segunda causa de cáncer de pulmón tras el tabaco.
- La Organización Mundial para la salud asegura que, la proporción de los casos de cáncer de pulmón a nivel nacional atribuibles al radón con respecto al total varía de un 3% a un 14%, en función de la concentración media nacional de radón y de la prevalencia de consumo de tabaco del país.
- Según afirma la OMS en su 'Manual de la OMS sobre el radón en interiores. Una perspectiva de salud pública” ', el riesgo de cáncer de pulmón aumenta en un 16% con cada incremento de 100 Bq/m3 en la concentración media de radón a largo plazo.
- Afirma también que la probabilidad de que el radón provoque cáncer de pulmón es mayor en personas que fuman. Se estima que el riesgo asociado al radón que corre la persona fumadora es 25 veces superior que en el caso de las no fumador.
- No se conoce una concentración umbral por debajo de la cual la exposición al radón no suponga ningún riesgo. Incluso concentraciones de radón muy bajas pueden dar lugar a un pequeño incremento en el riesgo de cáncer de pulmón.
- Para limitar el riesgo individual se recomienda establecer un nivel de referencia nacional de 100 Bq/m3. En los casos en que no sea posible, el nivel seleccionado no debería superar los 300 Bq/m3.
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