Polvo de madera

 

¿Qué es?

Son muchas las operaciones que generan polvo de madera: aserrado, lijado, agujereado, etc. La duración de la exposición es un factor muy importante en la aparición de estas enfermedades.

¿Dónde podemos encontrarlos?

En aquellos lugares donde se manipule o corten piezas para decoración o producción y en aquellos centros ocupacionales que tengan talleres de manualidades, talleres de artesanía, taller de marquetería, taller de carpintería o taller de acabados

Los trabajadores y las trabajadoras pueden estar expuestos al polvo de la madera, desde la primera fase del procesado hasta el producto final. Así como usuarios y usuarias de los centros de atención de personas con discapacidad que trabajen directamente con maderas o que se encuentren en las áreas de riesgo por exposición a dicha sustancia peligrosa.

Clasificación agentes cancerígenos y mutágenos

Carcinógenos o supuestos carcinógenos para el hombre.

  • C1A: Si se sabe que es un carcinógeno para el hombre, en base a la existencia de pruebas en humanos.
  • C1B: Si se supone que es un carcinógeno para el hombre, en base a la existencia de pruebas en animales.

Sustancias cuyos posibles efectos carcinogénicos en el hombre son preocupantes, pero de las que no se dispone de información suficiente para realizar una evaluación satisfactoria. Hay algunas pruebas procedentes de análisis con animales, pero que resultan insuficientes para incluirlas en la segunda categoría.

Sustancias de las que se sabe o se considera que inducen mutaciones hereditarias en las células germinales humanas.

  • M1A: La clasificación en la categoría 1A se basa en pruebas positivas en humanos obtenidas a partir de estudios epidemiológicos Sustancias de las que se considera que inducen mutaciones hereditarias en las células germinales humanas.
  • M1B La clasificación en la categoría 1B se basa en resultados positivos de ensayos de mutagenicidad hereditaria en células germinales de mamífero in vivo; o resultados positivos de ensayos de mutagenicidad en células somáticas de mamífero in vivo, junto con alguna prueba que haga suponer que la sustancia puede causar mutaciones en células germinales. Esta información complementaria puede proceder de ensayos de mutagenicidad/genotoxicidad en células germinales de mamífero in vivo, o de la demostración de que la sustancia o sus metabolitos son capaces de interaccionar con el material genético de las células germinales; o resultados positivos de ensayos que muestran efectos mutagénicos en células germinales de personas, sin que esté demostrada la transmisión a los descendientes; por ejemplo, un incremento de la frecuencia de aneuploidía en los espermatozoides de los varones expuestos.

Sustancias cuyos posibles efectos mutágenos en el hombre son preocupantes. Los resultados obtenidos en estudios de mutagénesis apropiados son insuficientes para clasificar dichas sustancias en la segunda categoría.

(Según Reglamento (CE) Nº 1272/2008 de 16 de diciembre de 2008 sobre clasificación, etiquetado y envasado de sustancias y mezclas y sus modificaciones posteriores).

Sustancias peligrosas que nos encontramos en la madera y su peligrosidad

Formaldehído

Considerado como cancerígeno de tipo 1B, con la indicación de peligro H350: Puede provocar cáncer. Y mutágeno de categoría 2, con la indicación de peligro H341: Se sospecha que provoca defectos genéticos. Su concentración debe mantenerse siempre lo más baja posible. Actúa como irritante de las mucosas, aún a bajas concentraciones.

Se emplea para hacer las resinas de formaldehído que son extremadamente fuertes y que, entre otros usos, se emplean como adhesivos permanentes en la mayoría de los tableros de madera de fibras, de partículas y contrachapado. Cuando los trabajadores utilicen adhesivos o resinas se debe comprobar si contienen formaldehído para evitar utilizarlos y sustituirlos por otros que no contengan este compuesto.

Aminas aromáticas
Pueden estar presentes en tintes para la madera y pueden causar cáncer de vejiga.
Arsénico y sus compuestos
Pueden estar presentes en conservadores de la madera y pueden causar carcinoma epidermoide de piel, enfermedad de Bowen (tumor con escamas que afecta a la piel o mucosas), angiosarcoma del hígado.
Benceno

Pueden estar como decapante, diluente o disolvente y puede causar anemia plástica, leucemia mieloide aguda (LMA), encefalopatía debida a disolventes orgánicos y otros tumores malignos del tejido linfático, de órgano hematopoyético (médula ósea, leucocitos, monocitos y plaquetas) y tejidos afines.

Halógenos (Flúor)

Como producto para la conservación de la madera y puede causar dermatitis aguda imitativa, quemaduras químicas, conjuntivitis aguda y bronconeumonía aguda.

Ácidos Orgánicos
Ácido acético como producto para el tratamiento de envejecimiento artificial y puede causar dermatitis, quemaduras y ampollas en la piel, afección a pulmones (bronquitis crónica,…) y erosión en dientes. Y Ácido oxálico como producto para la limpieza de madera y puede causar dermatitis y úlceras en la piel, cálculos renales y ennegrecimiento de las uñas.
Alcoholes y fenoles
Metanol se utilizan como disolventes o diluyentes y puede causar dermatitis y afecciones al sistema nervioso central (dolores de cabeza y alteraciones de la visión)
Epóxidos
Se encuentran en productos para el recubrimiento de la madera tales como esmaltes y pinturas y pueden causar depresión del sistema nervioso central ocasionando dolor de cabeza, mareos, vértigos, vómitos, confusión y en caso de afección grave, pérdida de conciencia; irritación de las vías respiratorias (tos y dificultad al respirar) y irritación de la piel (dermatitis) y quemaduras.
Naftaleno
Esta presente en los productos utilizados como adhesivos, colas y pegamentos para la madera y puede causar anemia hemolítica crónica, desarrollo de cataratas y carcinógena.
Organoclorados
La sustancia más usada en la fabricación del mueble es el hexaclorobenceno (HCB) como aditivo para preservar la madera y puede producir enfermedades cutáneas, lesiones hepáticas y sistema nervioso central, y efectos cancerígenos.
Metales
Cadmio, cromo VI y sus compuestos, pueden estar presenten en la aplicación de pinturas y barnices y pueden causar diferentes tipos de canceres, como la neoplasia maligna de cavidad nasal, la neoplasia maligna de bronquio y pulmón, entre otros.
Disolventes
Utilizados como productos de limpieza o pueden estar presentes en barnices, pinturas, tintes, colas etc. como el xileno, el tolueno y la butanona, el primero sí se considera una sustancia específica de este sector y los segundos, son sustancias que pueden desarrollar una enfermedad profesional en cualquier sector en el que estén presentes. Pueden producir efectos: en el sistema nervioso central y periférico, en el sistema renal y el hígado, en el sistema digestivo, pérdida de apetito, náuseas, mal sabor de boca, en el sistema respiratorio, en la piel tales como enrojecimiento, urticaria, sequedad, eczema, tóxicos para la reproducción y para el feto y cancerígenos.
 

Daños para la salud

El polvo de la madera dura no es el único contaminante dañino a la salud de las personas trabajadoras y las usuarias y los usuarios, ya que la propia madera contiene una serie de sustancias nocivas tales como las resinas, alcaloides, colorantes naturales, etc. que se suman a los efectos producidos por el polvo; además, habría que añadir los productos químicos que se le aplican como barnices, adhesivos, colorantes artificiales.

Además del tipo de madera con la que se trabaja, se deberá tener en cuenta los productos que se han utilizado para tratarlas o que se usan al trabajar con ella, y que podrían suponer una exposición a contaminantes peligrosos para la salud de las personas.

Algunos ejemplos de esos productos serían los siguientes:

  • Para el tratamiento de la madera: ácido acético, ácido oxálico, entre otros…
  • Para conservar de la madera: arsénico y sus compuestos, cromo, flúor, hexaclorobenceno, entre otros…
  • Como decapantes, diluente o disolvente: metanol, formaldehido, benceno, xileno, tolueno, butanona,...
  • Como adhesivos, colas y pegamentos: naftaleno, formaldehido, tricloetileno, entre otros.
  • Como barnices, esmaltes y pinturas: formaldehido, epóxidos, cadmio, níquel o plomo…

Efectos en la salud

Estos productos químicos que hemos mencionado, y que se encuentran tanto en la madera, como en los productos utilizados para trabajar con ella, son cancerígenos y/o mutágenos.

Si se utiliza maquinaria para lijar, serrar, cortar, agujerear, etc… en los talleres, estas suelen generar polvo, si además de polvo nos encontramos con gases o vapores del ambiente, estos pueden impregnar las partículas y potenciar su nocividad intrínseca.

 

Estos agentes intrínsecos o extrínsecos a la madera pueden afectar al organismo por diferentes vías:

Vía respiratoria

  • Rinoconjuntivitis
  • Asma
  • Alveolitis alérgica extrínseca (neumonitis por hipersensibilidad)
  • Síndrome de difusión reactivo de la vía aérea
  • Fibrosis intersticial difusa
  • Neumopatía intersticial difusa
  • Neoplasia maligna de cavidad nasal (Cáncer)

Vía dérmica

  • Urticarias
  • Angioedemas

La IARC ha clasificado el polvo de maderas duras (haya, roble, abedul, caoba, teca, nogal, arce, castaño, olmo, fresno, chopo, encina, cerezo, ébano) como cancerígeno del grupo 1. Los dos primeros (haya y roble) se consideran carcinógenos humanos confirmados y figuran en la guía de la ACGIH americana con la anotación A1. El resto figuran en la guía de la ACGIH con la anotación A2 (carcinógeno humano sospechoso).

En estos casos, el tipo de cáncer más común es el de cavidad nasal y senos paranasales (frontal, maxilar, esfenoidal, y sobre todo etmoidal). Por el contrario, el polvo de maderas blandas (pino, cedro, abeto, ciprés, tuya) no se considera sospechoso de causar cáncer en humanos.

Según la IARC para las maderas duras, existe riesgo de cáncer de cavidades nasales y senos paranasales, resulta difícil atribuir el riesgo de cáncer a una madera en concreto, pero se establece una relación clara con la concentración de polvo y el tipo de exposición. Se ha observado que estar expuestos a altos niveles de polvo de maderas tiene riegos altos de padecer cáncer sinonasal, especialmente adenocarcinoma.

El riesgo de cáncer nasal tiene un periodo de latencia de hasta 40 años.

No solo influye el tipo de madera sino también el tamaño de las partículas, siendo las más pequeñas, en principio, las más peligrosas ya que permanecen más tiempo en el aire y penetran hasta lugares profundos de los bronquios. Las partículas más gruesas, entre 50 mm y 10 mm, no pueden penetrar en las vías respiratorias, quedando retenidas en las fosas nasales y la garganta, y son eliminadas más tarde por el organismo, mediante deglución, secreción nasal o la expectoración de las mismas. El resto de partículas más finas (<50 mm) pueden penetrar hasta los pulmones y las inferiores a 5 mm lo harán hasta los alveolos pulmonares.

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