Plaguicidas
¿Qué son?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un producto plaguicida o fitosanitario es cualquier sustancias o mezclas de sustancias destinadas a prevenir la acción de, o destruir directamente, insectos (insecticidas), ácaros (acaricidas), moluscos (molusquicidas), roedores (rodenticidas), hongos (fungicidas), malas hierbas (herbicidas), bacterias (antibióticos y bactericidas) y otras formas de vida animal o vegetal perjudiciales para la salud pública y también para la agricultura (es decir, considerados como plagas y por tanto susceptibles de ser combatidos con plaguicidas).
El término plaguicidas agrupa a un amplio número de sustancias químicas empleadas para tratar a plantas y animales de los efectos nocivos de otros seres vivos que, por su acción y expansión, pueden convertirse en una plaga. Su uso implica potenciales riesgos para la salud de las personas y el medio ambiente, por lo que es necesario tener en cuenta determinadas pautas preventivas en la utilización de estos tóxicos en el trabajo.
¿Dónde podemos encontrarlos?
Pueden encontrarse en los talleres ocupacionales de jardinería, huerto, granja o floristería impartidos en el propio centro, y cuando en nuestro centro de trabajo sean aplicados los plaguicidas, por personal externo, en zonas interiores y exteriores del centro, exponiéndose también el personal que trabaja en el centro, los usuarios y las usuarias de este, y las personas que lo visiten. Concretamente, tras la aplicación, cuando no se respetan los plazos de seguridad en los que no se debe acceder a la zona tratada.
Es por esto que en los centros de atención a personas con discapacidad pueden estar expuestos a plaguicidas tanto las personas que trabajen en el propio centro, los trabajadores y trabajadoras que los apliquen, así como cualquier persona que pueda encontrarse presentes en el centro.
Algunos plaguicidas utilizados en la fumigación de edificios
(Fuente Guía sindical para la eliminación de tóxicos del sector de limpiezas. ISTAS-CCOO).
Herbicidas más empleados y riesgos asociados
(Fuente Informe “Alternativas al uso del glifosato y otros herbicidas de síntesis química”- CCOO Aragón).
Daños para la salud
La exposición a sustancias químicas plaguicidas puede causar daños a la salud del personal que las manipulan y aplican, pero también a las personas externas. Algunos de estos daños son más evidentes a corto plazo como quemaduras, irritaciones, reacciones alérgicas, laringitis, bronquitis, gastritis… pero otros tardarán más tiempo en manifestarse.
Las enfermedades laborales o enfermedades relacionadas con la exposición a tóxicos en el trabajo serían algunos de los daños que no se manifiestan inmediatamente, si no que aparecen más a largo plazo.
Según la zona del cuerpo, los daños pueden ser:- Locales: el daño se produce en la parte del cuerpo que ha entrado en contacto con el producto químico, con efectos como inflamaciones sobre la piel y ojos, picazón, quemaduras, conjuntivitis, etc.
- Sistémicos: el daño se produce en alguno de los aparatos o sistemas del cuerpo, como por ejemplo en el respiratorio o el hormonal.
Muchos plaguicidas son persistentes, es decir, tienen la capacidad de permanecer en el ambiente durante tiempo (desde unos días hasta incluso años). Desde el suelo pueden ser transportados por las aguas de lluvia o por la acción de un animal.
Cuando penetran en el organismo, los productos químicos persistentes tienden a acumularse en los tejidos grasos y pueden ser metabolizados generando nuevos tóxicos, los efectos pueden ser diversos dependiendo de la naturaleza química del producto.
Sus efectos en la salud
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